La reciente decisión de la administración Biden marca un importante punto de inflexión en la política estadounidense sobre el cannabis. Al trasladar la sustancia de la categoría de las drogas más peligrosas a una clasificación menos severa, el gobierno federal reconoce por fin su valor médico y su reducido riesgo de abuso.
La importancia de la reclasificación
El campo del cannabis evoluciona actualmente con rapidez en todo el mundo. Desde Europa, con la reciente autorización del cannabis recreativo en Alemania, hasta Estados Unidos con esta nueva legislación.
Esta reclasificación significa que el cannabis ya no se considerará al mismo nivel que sustancias como la heroína. El presidente Joe Biden anunció que el cannabis pasaría de la categoría I a la III, un claro reconocimiento de sus beneficios médicos y su menor peligrosidad.
Un cambio histórico
Como dijo Joe Biden en un vídeo en el que anunciaba la noticia: «Hoy, mi administración ha dado un paso significativo al reclasificar la marihuana de la clase I a la clase III. Esta decisión da un rayo de esperanza a aquellos cuyas vidas se han visto perturbadas por las actuales leyes sobre el cannabis».
Un reconocimiento largamente esperado
La vicepresidenta Kamala Harris se mostró de acuerdo, señalando que «la marihuana está actualmente clasificada al mismo nivel que la heroína y considerada más peligrosa que el fentanilo». En su opinión, esta reclasificación también contribuirá a eliminar importantes obstáculos en diversos ámbitos, como el empleo y la financiación de pequeñas empresas.
Impacto social y económico
Es innegable que la estricta clasificación anterior tuvo consecuencias devastadoras, sobre todo para ciertas comunidades minoritarias. Este cambio podría remediar una serie de injusticias históricas y ofrecer nuevas oportunidades económicas.
Reducción de las detenciones masivas
Desde su clasificación inicial en 1970 bajo la administración Nixon, el cannabis ha sido responsable de numerosas detenciones, con un mayor impacto en minorías como los afroamericanos. La reclasificación no sólo pretende reducir estos incidentes, sino también corregir las políticas discriminatorias del pasado.
Mejorar el modelo de negocio
Para las empresas cannábicas, esta iniciativa supondrá importantes beneficios fiscales. En la actualidad, no pueden deducir sus costes operativos de su base imponible. Con la nueva clasificación, esto cambiará, mejorando su rentabilidad.
- Mayor acceso a la financiación: Las empresas tendrán más facilidades para obtener préstamos comerciales.
- Creación de empleo: La industria del cannabis podría experimentar un aumento sustancial de las oportunidades laborales.
- Aumento de los ingresos para los Estados: Una normativa más flexible fomentará las ventas legales, aumentando así los ingresos fiscales.
Aceleración de la investigación médica
Otro beneficio importante de la reclasificación es el impacto positivo previsto en la investigación científica sobre las propiedades medicinales del cannabis.
Eliminación de obstáculos engorrosos
Karine Jean-Pierre, Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, declaró que la transferencia a la categoría III eliminará barreras que existían desde hace tiempo, abriendo nuevas vías para la investigación básica. Esto conducirá sin duda a importantes descubrimientos médicos y a una mejor comprensión del potencial terapéutico del cannabis.
Más estudios y más libres
Con la reducción de las restricciones, más investigadores podrán estudiar el cannabis en profundidad. Esto podría conducir a tratamientos innovadores para diversas afecciones médicas y mejorar la aplicabilidad clínica del cannabis.
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